Hay por lo menos 6 millones de sitios web corporativos en Sudamérica, y un número creciente de empresas interesadas en poner un pie en el mundo digital.
El deseo (o necesidad) de tener presencia online es la materia prima para el trabajo de las agencias digitales, un segmento cada vez más competitivo, desde los más básicos hasta los más profesionales. Los principales desafíos parecen ser:
Este no es el tipo de pregunta que tiene una respuesta fácil. Pero algunas de las mejores prácticas adoptadas en mercados más maduros, como el norteamericano, pueden servir de inspiración para las agencias digitales latinoamericanas.
Se trata de cambios que, esencialmente, buscan consolidar fuentes de ingresos y reducir la pérdida de clientes, o "churn", como se dice en la jerga del marketing digital. Aquí enumeramos los tres que consideramos esenciales para que las agencias digitales se preparen para los movimientos del mercado que se avecinan:
Las empresas que buscan una presencia online suelen seguir algunos de los mismos pasos. Comienzan construyendo un perfil en una red social como Facebook o Instagram.
Como consideran que esto no es suficiente para generar buenos resultados de ventas, entonces reclutan a un conocido para crear un sitio web utilizando servicios gratuitos. Un sitio profesional, realmente enfocado en generar resultados, es usualmente el siguiente paso.
Es necesario respetar el trayecto del cliente en los servicios digitales. No tiene sentido proponer contenidos, generación de tráfico, campañas de marketing digital o algo así sin ofrecer primero un sitio web profesional.
Un fotógrafo o un freelance que solo necesita un entorno para exponer su portafolio de trabajo puede estar conforme con un sitio web gratuito, pero una pequeña o mediana empresa que necesita un alto rendimiento digital para expandir su negocio, no.
Hay un producto adecuado para cada cliente, y las agencias digitales deberían dedicarse a trazar el mapa de ese viaje.
Esta es una regla en prácticamente todos los mercados: es mucho más caro adquirir un nuevo cliente que aumentar los ingresos con los que ya están en la cartera.
No es diferente en el caso de las agencias digitales. Para ellas, asegurar que los clientes tengan un sitio web profesional es el punto de partida de innumerables posibilidades de venta, es decir, de venderle más productos al mismo público objetivo.
Es importante pensar más allá de lo tradicional. Los proyectos de contenido y el inbound marketing son opciones clásicas de upsell para una agencia digital.
Pero hay un número de otras oportunidades que pueden entrar en esta cuenta. Los que ya tienen un sitio web profesional pueden estar interesados en tener una actualización centrada en el diseño y el rendimiento cada año.
O pueden querer widgets personalizados que faciliten la relación con los clientes, por ejemplo: un cuadro de reserva de habitaciones para una pequeña posada, o programar horarios de atención en una clínica odontológica o tienda de mascotas, entre cientos de otras posibilidades.
Es posible que también necesites una página web traducida en otros idiomas, landing pages para campañas, blogs o tienda online.
Estos son todos los servicios que una agencia digital puede ofrecer con relativa facilidad, aumentando el ticket medio y la retención de clientes.
Depender de la prestación de servicios puntuales es un gran dolor de cabeza para las agencias digitales. Este modelo dificulta las estimaciones de la demanda a largo plazo y la planificación financiera.
El aumento de la cartera de clientes recurrentes suele ser uno de los deseos de las agencias, porque así se asegura la sostenibilidad del negocio, ya que al menos parte de los ingresos se pueden estimar.
La adaptación de la forma en que se fijan los precios de los servicios para adoptar un modelo de recurrencia debería ser una prioridad en 2020 para las agencias que quieren ampliar su negocio de forma sostenible.
No es tan difícil como puede parecer. Utilizando tecnología de punta, es posible asumir la creación de sitios web, por ejemplo, en un modelo "por suscripción".
¿Por qué no reducir el valor que se cobra en la entrega y diluir la diferencia en las cuotas mensuales que cubran otros servicios? La sensación de que el precio de un paquete de beneficios "cabe en el bolsillo" puede ser decisiva para que un pequeño emprendedor contrate una agencia y comience su trayecto digital.
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